Fin del proyecto tras un año de intensa actividad

El proyecto “Empleando el Cuidado” se ha desarrollado en el último año en Castilla y León para mejorar la formación y la empleabilidad de personas que tienen experiencia no profesional en el cuidado de menores y favorecer su tránsito al mercado de trabajo  

Fundación Santa María la Real ha sido la encarga de ejecutar las actividades formativas de este proyecto. Para ello, ha contado con la financiación de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, con cargo a fondos del Plan Corresponsables

El proyecto “Empleando el Cuidado” comenzó a funcionar hace un año en Castilla y León para mejorar la formación y la empleabilidad de personas que tienen experiencia no profesional en el cuidado de menores y favorecer su tránsito al mercado de trabajo.  Para conseguir el objetivo, durante los últimos meses se han organizado actividades formativas de carácter presencial y online (MOOC, ciclo de webinars o charlas); se ha creado una bolsa de empleo, se ha desarrollado una investigación social y se ha lanzado una campaña de sensibilización.

885 personas (804 mujeres y 81 hombres) han realizado las actividades presenciales (entre octubre y diciembre de 2022) y las actividades online: MOOC y ciclo de charlas (entre enero y junio de 2023).  En las actividades presenciales tienen una media de edad de 40,9 años; mientras que en las online desciende hasta los 35. Proceden de todas las provincias de la región, con especial incidencia de medios rurales. Video "Hablan sus protagonistas"

La entidad ha realizado una investigación social para conocer el perfil de las personas que ejercen el cuidado de menores. El estudio revela que 8 de cada 10 personas cuidadoras de Castilla y León ejercen dichos cuidados de forma no profesional.  El 89,6% son mujeres, y el 10,40% hombres Tienen 41 años de media, y cuentan con estudios de Formación Profesional (grado II) en su mayoría. El 72,30% son españolas y el 27,70% extranjeras, siendo Venezuela, Colombia, Rumanía, Perú y Marruecos- en este orden- los países de origen y procedencia. En su mayoría están en desempleo, y se encuentran en situaciones de vulnerabilidad por diferentes motivos, como corresponder a minorías étnicas, ser víctimas de violencia de género o receptoras de rentas mínimas.

La fundación ha elaborado también un plan de recomendaciones para mejorar la empleabilidad en el sector. En este sentido, se aboga por impulsar una certificación en cuidado de menores, en la que se trabajen las competencias esenciales y fundamentales para atender las necesidades fisiológicas, educativas y psicológicas de menores. “Impulsar esta certificación es fundamental para reducir la economía sumergida, separar los cuidados del empleo doméstico, fomentar la contratación en el sector, aumentar la formación en cuidado, acreditar la experiencia y, en definitiva, dignificar la profesión de los cuidados a menores”, concluye la directora del Área de Empleo e Inclusión Social de la Fundación, Natalia Serrano.